¿Qué es la hemodiálisis y en qué consiste?

La hemodiálisis es un procedimiento médico utilizado para tratar a personas cuyos riñones no funcionan adecuadamente.

Los riñones son órganos importantes que ayudan a filtrar y eliminar productos de desecho y exceso de líquidos de la sangre.

Cuando los riñones fallan, no pueden realizar esta función de manera efectiva, lo que lleva a la acumulación de productos de desecho y líquidos en el cuerpo, lo que puede ser potencialmente mortal.

La hemodiálisis es un método de diálisis que implica el uso de una máquina especializada para realizar la función de filtrado y purificación de la sangre que los riñones no pueden llevar a cabo.

El proceso general de la hemodiálisis consiste en lo siguiente:

1. Acceso vascular: Antes de la hemodiálisis, se necesita un acceso vascular, que es una forma de acceder a la sangre del paciente. Esto generalmente implica la creación de una fístula arteriovenosa (una conexión directa entre una arteria y una vena) o el uso de un catéter vascular.
2. Conexión a la máquina: El acceso vascular se conecta a la máquina de hemodiálisis, que contiene un filtro especial llamado dializador. La sangre del paciente fluye a través del dializador.
3. Filtración de la sangre: Dentro del dializador, la sangre se somete a un proceso de filtración. En el dializador, la sangre pasa por una membrana semipermeable que permite que las sustancias de desecho y el exceso de líquido pasen al dializado, un líquido especial que actúa como un agente de limpieza.
4. Retorno de la sangre limpia: Una vez que la sangre ha sido purificada, se devuelve al cuerpo del paciente a través del acceso vascular.
5. Duración del procedimiento: La hemodiálisis generalmente se realiza en sesiones programadas que pueden durar varias horas y se realiza varias veces por semana, dependiendo de las necesidades individuales del paciente.

La hemodiálisis es un tratamiento esencial para personas con enfermedad renal crónica en etapas avanzadas o insuficiencia renal aguda.

Ayuda a eliminar los productos de desecho y el exceso de líquido de la sangre, lo que alivia los síntomas y mejora la calidad de vida de los pacientes.

Sin embargo, la hemodiálisis es un procedimiento continuo y a menudo necesario de por vida para aquellos que no pueden recuperar la función renal.