Actividad física después de un trasplante renal

Cada año, se realizan más de 100 mil trasplantes de órganos sólidos en el mundo.

Esto representa una nueva oportunidad para que las personas tengan una mejor calidad de vida.

Generalmente, se piensa que los pacientes tras recibir un trasplante renal, quedan muy débiles y por ello, se les considera como personas no aptas para realizar algún deporte.

Sin embargo, el ejercicio es un instrumento de mejora para su recuperación, logrando ser beneficioso desde tres puntos de vista: el físico, el emocional y el social.

La práctica de actividad física de forma regular presenta mayores niveles de capacidad aeróbica y fuerza muscular, conduciendo a una reducción de la morbilidad y la mortalidad, así como a una mejor calidad de vida.

Entre las principales ventajas para realizar ejercicio físico, se encuentran las siguientes: reducción de la morbimortalidad; prevención de riesgos cardiovasculares como obesidad, hipertensión, dislipemias y diabetes. Incluso, puede aportar beneficios psicológicos y sociales, logrando mejorar la autoestima, el sueño y la aceleración del alta médica.

Además, gracias a la sudoración que produce el ejercicio, el cuerpo elimina las toxinas producidas por los medicamentos, logrando que el organismo esté más limpio y sano.

¿QUÉ TIPO DE EJERCICIO FÍSICO ES EL MEJOR PARA UN TRASPLANTADO RENAL?

Una vez que el paciente se recupere y cicatrice la herida después de la cirugía, se podrá iniciar una rutina de ejercicios.

Lo ideal es empezar con pequeñas caminatas de 30 minutos durante las primeras semanas para que el cuerpo se vaya adaptando al nuevo órgano trasplantado.

Después del mes, el senderismo, la bicicleta, correr e ir al gimnasio son una excelente opción para comenzar a ejercitarse.

En cuanto al tipo de entrenamiento, tanto los ejercicios de fuerza como los de resistencia, son positivos para los pacientes de trasplante renal.

Respecto a los deportes, la disciplina deportiva queda a elección de cada persona dependiendo de sus propios gustos.

Es importante recalcar que los deportes de contacto pueden ser de gran riesgo para el órgano trasplantado, debido a los golpes que el riñón pueda sufrir y, en caso de realizar una nueva actividad física o deporte, primero consultarlo con un médico.

¿EN CUÁNTO TIEMPO PUEDO COMENZAR LA ACTIVIDAD FÍSICA?

Después de una cirugía, es conveniente esperar un tiempo para realizar ejercicio.

El promedio para iniciar la actividad física es a partir de las seis u ocho semanas tras recibir un trasplante, ya que el cuerpo necesita recuperarse de la operación y de la cicatrización.

Es importante evitar grandes esfuerzos y deportes de alto contacto como el fútbol y box, ya que la herida podría dañarse.

Como podemos ver, la práctica de actividad física es un factor clave de ayuda durante el proceso de recuperación después de recibir un órgano, promoviendo grandes beneficios para el cuerpo.

Es importante recordar que, antes de comenzar a realizar algún tipo de actividad, debes consultar con tu médico los tipos de ejercicios que son los más adecuados, la frecuencia y el tiempo en la que se deben de realizar.

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Fuentes:

• American Kidney Fund. (2020). American Kidney Fund. Obtenido de La vida después de un trasplante: https://www.kidneyfund.org/en-espanol/trasplantes-de-rinon/la-vida-despues-de-un-trasplante/
• EUROPA PRESS. (21 de DIC de 2015). INFOSALUS. Obtenido de Ejercicios físicos para el paciente de trasplante renal: https://www.infosalus.com/asistencia/noticia-ejercicios-fisicos-paciente-trasplante-renal-20151221105826.html
• SUCRI, A. (2010). LA PRENSA. Obtenido de El deporte después de un trasplante: http://www.laprensa.com.ar/368424-El-deporte-despues-del-trasplante.note.aspx